El método Aprender Haciendo para una formación eficaz

una formación eficaz

Saber hacer y no sólo saber: éste es el reto de la formación de los empleados en las empresas. La rápida evolución de los procesos y la movilidad laboral exigen hoy en día una formación continua, accesible sin restricciones de lugar y tiempo.

A pesar de la evolución de las técnicas y la digitalización, que tratan cada día de reinventar la forma que tenemos de aprender, los métodos de formación parecen permanecer invariables. Herederos del aula, los formadores siguen confiando en una pedagogía pasiva, en la que el alumno reúne teorías y luego se encuentra solo frente a la práctica. Y a no saber que hacer.

Con el objetivo de resolver este problema de eficiencia, el método Aprender Haciendo se utiliza cada vez más en los cursos de formación. O el aprendizaje por medio de la práctica…

Aprender haciendo, una práctica tradicional

«Lo que debemos aprender a hacer, lo aprendemos haciendo.»

Esta cita es de Aristóteles, sabio filósofo que, ya en la antigüedad, defendía lo que más tarde se convertiría, en términos más modernos, Aprender Haciendo. Una cosa es recibir información en forma teórica, y otra es ponerla en práctica en la vida real. El método Aprender Haciendo es un concepto simple que consiste en utilizar las experiencias y acciones, en lugar de basarse en la teoría pura.

El concepto se puso en práctica tanto en la era industrial, en los sectores del automóvil y la aviación, como en los nuevos métodos educativos de principios del siglo XX, como la pedagogía Montessori. Para María Montessori, la abstracción no se transmite: “las manos son el instrumento de la Inteligencia”. El niño tiene que integrar los conceptos de una manera tangible y real, tocando, pesando, experimentando con lo que se le enseña. Pero no fue hasta los años ochenta que se introdujo el método de Aprender Haciendo en las estrategias empresariales, fomentando el espíritu empresarial y la innovación, en particular por economistas como Kenneth Arrow y Robert Lucas.

Recientemente, el llamado “Lean Management” está ganando terreno en empresas de todos los tamaños, utilizando la práctica diaria de todos los empleados de la empresa para optimizar los procesos que requieren gran cantidad de recursos y lograr el máximo rendimiento.

Aprender Haciendo, ¿por qué funciona?

En situación de escucha, el nivel óptimo de atención del cerebro humano no supera los 10 minutos. A continuación, ese nivel disminuye de manera drástica, incluso si el tema te interesa. Leer y escuchar no es HACER.

La práctica, por otra parte, implica dos cosas:

  • La noción de riesgo: hacer es arriesgarse. El riesgo de cometer un error, pero sobre todo el riesgo de fracasar y tener que enfrentarse a nuestras propias capacidades intelectuales. Todavía más cuando sabemos que alguien supervisará nuestro trabajo. Al cerebro humano no le gusta cometer errores. Si nos ponemos en una situación de fracaso, podemos retener mejor nuestro error y corregirlo.
  • La noción de emoción: al intentar, al practicar, vivimos una experiencia y le asociamos una emoción. La vergüenza, la alegría, la angustia, el asombro son indicadores eficaces en la creación de una memoria asociada a la práctica.

Las cifras hablan por sí solas: retenemos el 75% de lo que hacemos, el 5% de lo que escuchamos. Es por ello por lo que el método Aprender Haciendo permite al individuo integrar realmente lo que ha aprendido.

En primer lugar, a través de la repetición. No hay ningún secreto, ni milagro: para memorizar, hay que repetir. Recuerdas cuando tenías que aprender los poemas en el colegio o las obras de teatro hasta que te las sabias de memoria. Lo mismo ocurre con el aprendizaje técnico, con una ventaja: ¡la práctica continua en diferentes escenarios reales es aún mejor! La práctica permite cambiar de perspectiva y revisar conceptos e ideas de forma activa, tratando al mismo tiempo de resolver problemas o de responder a casos particulares. Un ejercicio práctico permite cambiar el enfoque y revisar los conceptos y nociones que abarca la actividad, tratar de resolver problemas o responder a estudios de casos reales.

Lemon Learning – El método de Aprender Haciendo

El método de Aprender Haciendo es efectivo gracias a la imitación que éste implica. Está científicamente probado: cuando escuchamos una conferencia o un discurso y sabemos que debemos reproducir la práctica justo después, el cerebro se prepara para ello. La neurociencia ha demostrado que la idea de la práctica inmediata activará las mismas áreas del cerebro como si ya estuvieras practicando una determinada habilidad. El resultado: una mayor y óptima atención.

Aprender Haciendo aplicado a la tecnología digital

La formación online digitalizada es muy valorada hoy en día por los profesionales en las empresas. ¿Qué es lo que se busca a través de estos cursos de formación? La adquisición de habilidades directamente aplicables en sus tareas diarias, en formatos dinámicos y a un menor coste.

Si tomamos el ejemplo del aprendizaje de programas informáticos, la teoría no será de mucha ayuda en los procesos de formación. Es la práctica la que permitirá que se adopten las medidas adecuadas para gestionar el cambio.

Aprender Haciendo o pedagogía mediante la acción en los CEMA’s

Los CEMA’s (Curso En-línea Masivo y Abierto) permiten la puesta en marcha de una serie de dispositivos y actividades educativas que fomentan la experiencia y la práctica. Lejos de la idea generalizada de que son cursos pasivos con poco interés, los CEMA’s ofrecen:

  • Procesos de aprendizaje basados en los conocimientos, guiados por objetivos de competencias que deben alcanzarse con la aplicación práctica.
  • Aprendizaje a través de la creación de productos, estudio de casos reales y juegos de rol, que favorecen la participación colectiva.
  • Aprendizaje a través de la resolución de problemas, con la posibilidad de repetir ejercicios, pruebas u otras actividades varias veces. Porque la mejor manera de aprender es cometiendo errores.

Algunos ejemplos de la aplicación del método Aprender Haciendo

El método Aprender Haciendo tiene muchas aplicaciones. Para inspirarte, aquí tienes algunas de ellas:

  • A través de la realidad aumentada, como en la empresa GRDF, donde los trabajadores en prácticas aprenden a soldar un grifo a presión gracias a gafas conectadas: un aprendizaje de los gestos correctos, donde la contribución de lo virtual está bien conectada a la realidad.
  • A través de la aplicación en conversaciones, para el aprendizaje de un idioma extranjero: los alumnos presentan en el idioma aprendido, temas de su elección y los comentan con sus compañeros de clase.
  • Mediante la puesta en práctica, en particular mediante juegos formativos, que requieren que el trabajador se enfrente a una situación problemática concreta: para cuestiones de gestión o de tiempo, estos métodos son especialmente eficaces.

El método Lemon Learning

La formación en muchas empresas se centra en el soporte digital y el buen dominio de los programas informáticos internos. En Lemon Learning hemos apostado por las guías interactivas, integradas directamente en las herramientas internas. Las guías se añaden a los programas informáticos existentes de la empresa para guiar a los empleados paso a paso en su utilización.

El método aprender haciendo

El método Aprender Haciendo se incorpora así directamente al día a día de los empleados, que pueden activar la guía que necesiten para resolver un problema o una duda. Más independientes, más eficientes, los empleados se convierten en el motor de la gestión del cambio en la empresa.

En la era digital, el método Aprender Haciendo es más relevante que nunca. Al integrar la formación en las tareas diarias de los empleados, se optimiza su rendimiento, su autonomía y la capacidad de asimilar la información.

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